En un partido discreto y desprolijo, pero cargado de emoción e incertidumbre, Matías Corujo terminó sobresaliendo y fue la figura del partido.
Manuel Keosseian apostó por el ex bohemio y lo mandó de titular debido a la ausencia del “Lolo” Estoyanoff, que había sido expulsado en el partido de ida en Guayaquil.
Ya de entrada se mostró participativo, a asociarse con Matías Aguirregaray y Marcelo Sosa e intentar llegadas desde la banda derecha mediante centros o paredes cerca del área rival.
Sin pelota, Corujo se dedicó a marcar y a presionar mucho en la mitad de la cancha. Recuperó así una gran cantidad de balones que estaban en propiedad del rival. De todas maneras, en el primer tiempo se entreveró en varias ocasiones, al igual que el resto de sus compañeros.
Por momentos, en el primer tiempo, Keosseian rotó a los volantes por fuera y los hizo jugar de pierna cambiada, para buscar sorprender. Este método era utilizado permanentemente por Diego Aguirre y Manolo parece haberlo incorporado. Así, el Chiche supo aparecer por la izquierda y Martinuccio por la derecha.
El complemento fue diferente y el ingreso de Jonathan Ramis le dio mayor dinámica y velocidad al ataque carbonero. Esto le permitió a Corujo más espacios para moverse en el campo rival y ahí estuvo la ventaja para el volante por derecha.
A los 71 minutos, el Chiche se mandó una espectacular maniobra sobre la banda derecha del ataque aurinegro que terminó en el centro al área, para que el Turco Ramis la mandara a guardar y abriera el marcador del partido.
Su permanente ida y vuelta le dio aire a su equipo. Fue una permanente opción de pase para sus compañeros, producto de su dinámica y su movilidad dentro del terreno. Sus centros con “rosca” suelen ser precisos y complican de manera sistemática a las defensas rivales.
Ayer se fue reemplazado en el minuto 87, cuando el partido estaba 1 a 1. La hinchada premió su esfuerzo y su buena participación con un aplauso cerrado de los 40.000 presentes.

No hay comentarios:
Publicar un comentario