viernes, 15 de octubre de 2010

Que se puede, se puede

Goiás ganó porque fue más profundo, pero quedó la sensación de que Peñarol puede dar vuelta la serie.

Peñarol perdió 1 a 0 en su visita a Goiás, pero el escaso poderío mostrado por el rival hace que la llave esté, indudablemente, abierta para la definición de la semana que viene en Montevideo.

La humedad y el calor -se jugó con una temperatura cercana a los 30 grados- hicieron que el trámite fuera lento, que las fuerzas se administraran a lo largo de todo el partido de uno y otro lado, incluso molestando a la hinchada local cuando Goiás tocaba hacia atrás para recuperarse físicamente y hasta por momentos evidenciando una pasmosa conformidad con este resultado.

Dentro de ese marco, Goiás fue más preciso y profundo a la hora de atacar y por eso ganó. En los primeros minutos, los mejores del equipo local y en los que a Peñarol le costó afirmarse en la cancha, Felipe y Bernardo se recostaron hacia la izquierda de la defensa aurinegra y ganaron con frecuencia en velocidad.

Por allí llegaron las jugadas de mayor peligro, hasta el gol, que a su vez se veía venir. Y no porque Goiás abrumara con su juego, sino porque leyó bien las deficiencias defensivas del rival y por ahí atacó. Encontró un hueco entre los zagueros y terreno propicio por la zona izquierda de la defensa y lo explotó.

Por una jugada por derecha, en los primeros minutos convirtió un gol, anulado por posición offside. También así, a los 14` Rafael Moura no llegó a conectar por el segundo palo un envío de Bernando. Y después lo tuvo Felipe, que quedó mano a mano con Sosa recibiendo un pase profundo entre Alcoba y Guillermo Rodríguez.

Hasta ahí, lo único de Peñarol en ataque había sido un fuerte disparo del propio Guillermo, recogiendo un rebote a 30 metros del arco. Entonces, de alguna manera, el gol de Goiás no sorprendió. Corner desde la derecha y por tercera vez en el juego -en un caso Sosa evitó el gol de cabeza- uno de verde ganó en las alturas. Ese desvío dejó de cara al gol al corpulento Rafael Moura y este no perdonó, otra vez, porque ya le habían anulado uno.

Con la apertura de Goiás, el trámite se hizo más lento aún. Peñarol intentó con algunos piques de Ramis, de Estoyanoff y de Martinuccio, que se lesionó en los primeros minutos y debió salir de la cancha.

Pero prácticamente no inquietó a una defensa que se encargó de molestarse sola. A los 41 minutos Wellington Saci intentó despejar un centro de Solari y la pelota dio de lleno en el palo. Hasta ese momento, esa defensa en línea de tres había demostrado seguridad, pero porque Peñarol le hizo el trabajo sencillo. Incluso, no fue una buena noche de Pacheco a la hora de las pelotas quietas.

En la segunda parte el aurinegro mejoró y a los 63 minutos estuvo a centímetros de empatarlo por medio de Solari, que no llegó a conectar un buen envío de Aguirregaray desde la derecha. El equipo de Keosseian manejó mejor la pelota que en la primera parte, pero le faltó profundidad.

Casi sin proponérselo, Goiás encontró una jugada de riesgo recién a los 74, cuando una falla en la salida con pelota desde el fondo, propició que Moura -delantero "pesado", molesto para la defensa por ir tanto al choque- quedara mano a mano con Sosa. Sin embargo, su disparo, a colocar, se fue cerca del segundo palo.

Sobre el final, un cabezazo de Alcoba estuvo a centímetros de convertirse en el empate, que hubiese sido un gran negocio; pero, aún habiendo perdido, revertir la llave no es una misión imposible.

Las cifras

19 años hace que Peñarol no elimina a un equipo de Brasil. En el `91 igualó con Santos y ganó acá.

41 minutos iban cuando Peñarol casi empata. Un centro de Solari lo restó Marcao. Dio en el travesaño.

Las estrellas

Douglas

Fue salida y llegada permanente por la derecha del Goiás.

E.Arévalo Ríos

Corrió, marcó, y, con orden, redujo espacios en una estancia.

S. Solari

Sin brillar, tuvo buen pie; desde que llegó, lo más rescatable.


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