En la noche de ayer, “el Tony” Pacheco volvió a ser titular en Peñarol, y su regreso fue clave para que los carboneros se llevaran los tres puntos.
Desde el comienzo del partido, cada pelota que pasaba la mitad de la cancha iba a parar a los pies del capitán, que supo siempre distribuirla de forma precisa e inteligente. Es que Pacheco tiene la virtud y el talento de saber encontrar al compañero mejor ubicado y cambiar de frente cuando es necesario.
Peñarol avasalló a Wanderers en los primeros 20 minutos, en los cuales la claridad del “Tony” fue fundamental para transformar el peligro en situaciones propicias para convertir goles.
Su precisión en la pelota quieta fue clave en ese momento de dominio de los carboneros. Pacheco ejecutó una pelota quieta de manera impecable, y su centro al corazón de área fue conectado de cabeza por Guillermo Rodríguez para poner el 1 a 0.
En el complemento, cuando el partido estaba igualado y Peñarol hacía méritos para conseguir el segundo a base de empuje, el “Tony” ejecutó otro tiro libre de manera perfecta. Martinuccio consiguió meterla con el hombro y puso asi el 2 a 1 con el que terminó el partido.
En los últimos minutos, el capitán mirasol se cansó y su rendimiento bajó considerablemente. “Manolo” Keosseian realizó las tres variantes, y Pacheco fue el último en salir. Le cedió la cinta de capitán a Egidio Arévalo Ríos y fue reemplazado por Alejandro González.
El “Tony” fue fundamental en el triunfo de Peñarol. Con sus grandes ejecuciones de pelota quieta los carboneros marcaron la diferencia en el marcador.

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