"Si no tenés un buen pegador, por más que lo entrenes...", dijo con la serenidad del triunfo el técnico aurinegro Manuel Keosseian. Hablaba de la pelota quieta, de la pegada de Antonio Pacheco, de los dos goles con que Peñarol se sacó de encima a un rival que, en buena parte del juego, lo dominó.
"Por suerte para nosotros se dieron dos jugadas de pelota quieta en las que pudimos concretar los goles, porque la verdad es que las que veníamos generando de jugada de campo no las podíamos concretar, tanto por virtudes de los rivales como por fallos nuestros en la definición. Esta vez entraron a partir de pelotas quietas y nos sirvieron para ganar", afirmó aquel buen pegador del que habló Keosseian, Antonio Pacheco.
El capitán aurinegro volvió a ser titular luego de la lesión sufrida el 31 de agosto en Guayaquil. Desde ese entonces a este partido había jugado 51 minutos en dos encuentros. Ayer estuvo en cancha hasta los 89 minutos. "Me voy contento por haber jugado sin inconvenientes y más que nada por ganar, porque lo necesitábamos. Me he recuperado más rápido de lo normal y sabía que este era un partido exigente, de mucho ida y vuelta, pero terminé bien, cansado, pero lo normal", dijo "Tony".
Guillermo Rodríguez fue el encargado de abrir el marcador, festejando el primer gol propio en Peñarol. "Se nos dio en dos jugadas de pelota quieta. Tenemos gente alta, de buen juego aéreo, y también buenos pegadores, pero hacía tiempo que no ganábamos así", admitió el zaguero.
Wanderers ya había sufrido por lo alto ante Nacional. Pero Peñarol fue el que no lo perdonó y se lo ganó por arriba.

No hay comentarios:
Publicar un comentario