Si bien aún no ha sido titular, Matías Corujo es uno de los comodines del nuevo Peñarol de “Manolo” Keosseian. El entrenador ha contado con él en todas las presentaciones del conjunto carbonero, haciéndolo ingresar frente al Real Madrid, el Barcelona de Guayaquil, Fénix y Miramar Misiones.
En la noche de ayer, su entrada al terreno de juego fue determinante para el cambio de cara que mostró Peñarol. Los carboneros pasaron a jugar con un claro 3-4-3, con Corujo como carrilero por la banda derecha. Ahí se asoció de muy buena manera con el “Vasquito” Aguirregaray, Marcelo Sosa y Jonathan Ramis.
El “Chiche” aportó amplitud al frente de ataque por su sector y firmeza a la hora de marcar. Metió varios centros desde la derecha, luego de avanzar metros con la pelota al pie y progresando con paredes.
Lo más destacado de Corujo se vio a los 51 minutos, cuando robó una pelota en la salida de Miramar y metió una muy buena diagonal, para habilitar al borde del área a Martinuccio, quién definió cruzado y de manera defectuosa. Ahí llegó el “Chiche” para corregir el envío y mandarla guardar.
El festejo fue a lo loco. El carrilero por derecha saltó los carteles y se puso a gritar el gol frente a los parciales de la Amsterdam, como si fuese un hincha más.
Matías Corujo tuvo su estreno goleador con la camiseta del club de sus amores. Es uno de los comodines de Keosseian y ayer le respondió con creces.
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