La duda estaba en ver si Peñarol anoche era el de la mayor parte del partido contra Fénix, que estaba para ganar bien, cómodo, o el de aquellos 17` cercanos al final, en los que la fragilidad del fondo aurinegro para contrarrestar el juego aéreo rival permitió un casi increíble empate de los de Capurro.
Si es por el resultado, entonces, Peñarol ganó con justicia, con luz, pero no despejó-al menos totalmente- la incógnita.
Es que el conjunto aurinegro volvió a tener problemas ante Miramar Misiones, que -como Fénix, aunque anoche en los primeros 45`- creó dificultades, y a veces hasta pavor, cada vez que puso la pelota por arriba en la última zona rival, que fue el procedimiento con el cual un petiso como Medina anotó el gol cebrita cabeceando a la altura de los talones de los defensores, y también -siempre en el primer tiempo- cuando encaró de contragolpe.
Además, teniendo en cuenta Arévalo Ríos no fue tan gravitante como de costumbre, y a Estoyanoff le dieron la pelotal pie, para que corriera con ella, en vez de tirársela larga adelante para el pique del "Lolo", en los 45` iniciales los aurinegros fabricaron peligro a los empujones, cuando apuraron por arriba al fondo también flojo en ese rubro que tuvo Miramar Misiones y, pese a jugar con uno más desde los 15`, igualaron con el dudoso penal, en el que Bano sólo tocó a Palacios en el pie de apoyo, sin desequilibrarlo, dando la impresión de que el juvenil cayó por su impulso.
Sin embargo, si ante Fénix crearon polémica los cambios de Keosseian antes de los goles de los de Capurro, ayer fue al revés.
Para el complemento, aprovechando que tenía uno más, Peñarol pasó a jugar con tres en fondo, Corujo -apuntalado por la gran gestión de Sosa- le dio más sorpresa al mediocampo en la llegada, y ese cambio de revoluciones, más la también más activa cercanía de Ramis, favoreció e hizo explotar a Martinuccio.
Está bien, el segundo gol -de cabeza del argentino, pese a su poca estatura- tuvo la anunciada complicidad del fondo de Miramar Misiones; pero, como se vio en la gran jugada del gol de Corujo, Peñarol fue otro. Veloz. Incisivo. Más claro. El de la revancha de "Manolo".
La cifra
75` jugó Peñarol con uno más que Miramar Misiones por la justa expulsión de Medina a los 15`.
Las estrellas
Marcelo Sosa
Marcó, pasó, jugó, tuvo buen manejo de pelota y hasta hizo dos "túneles".

No hay comentarios:
Publicar un comentario