La idea surgió de la empresa Pro-fútbol que representa a Matías Aguirregaray y que integran los ex jugadores Paolo Montero, Ricardo Canals y Gustavo Méndez. Como la madre del "Vasquito" es ciudadana española, al trío empresarial se le ocurrió que el jugador resida en España junto a ella para que en dos meses se le conceda la ciudadanía también a él. Con dicho trámite se le abrirían las puertas del fútbol europeo. "¿Si tengo miedo de estar dos meses sin jugar? No, porque si mis representantes me dijeron que es lo mejor para mí, es porque realmente lo es. Además, algo deben tener, porque con el pasaporte comunitario es más fácil insertarme en Europa", aseguró el futbolista.
Los empresarios negociaron al defensor al Inter de Milán en junio pasado, en plena disputa del Mundial de Sudáfrica 2010, pero la mala actuación de la selección italiana provocó una revolución en el "calcio" que llevó a que se redujera de dos a uno el máximo de jugadores extracomunitarios por club. Esto hizo que se cayera el pase de Aguirregaray al Inter, dado que dicha institución se vio inhibida de sumar un nuevo extranjero a su plantel.
Ahora Aguirregaray espera que sus representantes le digan cuándo y a qué ciudad debe viajar junto a su madre para completar el período de residencia requerido para obtener el preciado pasaporte comunitario. "¿Si mi madre está dispuesta a irse conmigo? Si le digo que me acompañe a China, lo hace. Aún no sabemos a qué ciudad iremos porque todavía no hay nada concreto", acotó Aguirregaray.
El futbolista admitió que "no es sencillo" tomar la determinación de dejar Peñarol, porque "estoy muy contento en el club y estamos haciendo una buena campaña desde que arrancó el año". Además, el hecho de jugar la Copa Sudamericana es un incentivo. "Siempre soñé con jugar la Copa, por lo que irme ahora es difícil, pero si mis representantes me lo dijeron es sin dudas lo mejor".
En principio se manejó la posibilidad de que Aguirregaray jugara en un equipo de la 2a División de España, pero finalmente se descartó.
Aguirregaray aún no habló con el técnico Manuel Keosseian ni con los directivos de Peñarol sobre el tema, porque "puede que no salga nada y finalmente me quede. Yo por ahora estoy en Peñarol y ellos saben que voy a dar todo por el club". Sin embargo, el de mañana puede ser su partido despedida. "Sí, ya lo sé, pero no entraré a la cancha pensando en que será mi último partido. Lo encararé como una final más, como tomamos cada uno de los partidos con todos los compañeros. Y si me toca irme, me iré, pero no lo tomo como una despedida".
Vale recordar que los derechos económicos del defensa pertenecen a Pro-fútbol, por lo que para irse no necesita el aval de Peñarol.

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