A esta novela le quedan varios capítulos. Carlos Bueno jugará otra vez con los suplentes esta mañana y, seguramente, festejará con fuerza si le toca marcar, como hizo con el triplete del miércoles ante Rampla Juniors. En entrevista con Ovación, el 22 de julio, avisó que iba a terminar jugando en Peñarol a pesar del 10 a 1 con que finalizó la votación en el Consejo Directivo y la puerta se le puede abrir. Aunque, como se escribió al principio, a esta novela le quedan varios capítulos.
Bueno le comunicó a algunos dirigentes aurinegros que podría surgir una posibilidad de ir a la Universidad de Chile, equipo que busca sustituto para el uruguayo Juan Manuel Olivera, vendido al fútbol de Arabia Saudita. Y, a su vez, hubo dirigentes que le informaron a él que Peñarol pretende 300.000 dólares para dejarlo libre, debido a que tiene contrato con la institución hasta fin de año.
Entonces, en caso de concretarse el ofrecimiento de los chilenos, el delantero tendría que hacer cuentas y analizar si, económicamente, le conviene sacar de su bolsillo aquella cantidad, o esperar los casi cinco meses que le quedan para quedar libre.
Pero igual, hay dirigentes que sostienen que no es así de fácil la salida de Bueno, porque Peñarol tendría que analizar si dejar ir al delantero sin el consentimiento del grupo Casal, que fue quien lo acercó y con quien el jugador rompió relaciones.
Lo cierto es que el jugador se mantiene entrenando con el plantel y entusiasmó, a fuerza de goles, a más de un dirigente aurinegro. Es más, todo indica que la situación de Bueno volverá a ponerse sobre la mesa en la próxima reunión del Consejo Directivo, que será la última antes de empezar el campeonato. Ya hubo dirigentes que asumieron haber votado por "cuestiones políticas" por la negativa a la continuidad de Bueno en el plantel en la primera instancia. Por lo tanto, se considera que la votación podría cambiar si la moción se vuelve a poner a consideración.
El contrato de Bueno es por 20.127 pesos mensuales, una cifra irrisoria teniendo en cuenta la trayectoria del jugador. Para quedarse, pretende modificar las condiciones y en tal sentido, el vicepresidente aurinegro, Edgar Welker, afirmó que el delantero tiene una pretensión "imposible de considerar en este medio". Se habló públicamente de unos 30.000 dólares mensuales, aunque, según allegados al jugador, se mal interpretó una frase de Bueno que, en tono de broma y en medio de una charla informal, le habría dicho a un dirigente "con 30.000 por mes me arreglás".
"Estoy muy tranquilo, tampoco me preocupa irme ahora. Pero si me quedo voy a terminar jugando. No creo que teniendo un nueve de la casa como yo, no lo usen", repitió ayer Bueno en Sport 890, como le había dicho hace dos semanas. Es decir, fe siempre se tuvo. Y los tres goles del miércoles reforzaron su idea.

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