jueves, 5 de agosto de 2010

Bueno pide a gritos

"Charly Show" hasta alzó los brazos al cielo contra Rampla en Los Aromos.

"La verdad es la realidad y no la que uno quiere", solía sentenciar -con su clásico tono socarrón- el Cr. José Pedro Damiani.

Es lo que puede ocurrir, muy probablemente, con Carlos Bueno, y no porque ayer hizo tres goles jugando en el equipo de suplentes de Peñarol que le ganó 4-0 a sus pares de Rampla, aunque en el corto plazo, si no se concreta ninguna transferencia del artiguense al exterior, circunstancias como las que se dieron en la víspera en Los Aromos van a contribuir para que se cumpla lo que el delantero presentía cuando dijo lo que salió publicado en la edición de Ovación del 21 de julio pasado: "Sé que voy a terminar jugando".

Es decir, el Consejo Directivo de Peñarol decidió en una votación, cuyo resultado fue de 10 a 1, que Bueno no jugará en los aurinegros, a pesar de que tiene contrato vigente hasta el 31 de diciembre del corriente año; pero si siguen pasando los días y no llega una oferta que convenza al jugador, y que le sirva al club, porque después de la citada fecha el delantero quedará con el pase en la mano, Peñarol se va a enfrentar a una disyuntiva que, más allá de la decisión de la dirigencia, en cuya base se puede leer una declaración de principios vinculada a lo sucedido cuando el atacante se fue al Paris Saint Germain sin el consentimiento de la institución, será de difícil solución en la práctica.

Esto es, en Peñarol no precisaban ver ayer a Bueno alzando sus brazos al cielo y gritando su tercer gol, mientras había dirigentes mirando el amistoso al costado de la cancha, para reflexionar que "es mejor que esté con bronca, con ganas de jugar pa´ los contras, porque es cuando más anda".

Sin embargo, quienes conocen a "Charly Good" de años, saben que ese "personaje" -que definen como difícil, pero a la vez sincero, espontáneo- es como su apellido, en una situación normal, pero no entrenando con el resto del plantel principal en Los Aromos, sabiendo que no va a jugar los fines de semana, y menos aún trabajando aparte, en Las Acacias, si el equipo se llega a topar con más de un resultado desfavorable.

Es ahí, entonces, donde surge la sensación de que a corto plazo se puede reflotar la máxima de Damiani padre: la verdad puede marcar que la ofensiva juegue con Estoyanoff, Bueno y Martinuccio, o con el porteño tirado atrás sobre la izquierda del ataque, por más que la realidad es que la directiva decidió no contar con el artiguense aunque no se vaya y tenga contrato.

Dos horas de fútbol

Por goleada

El equipo de Peñarol que venció por 4-0 a Rampla al cabo de dos tiempos de 30` cada uno formó con E. Hernández; M. Aguirregaray, A. González, A. Márquez, P. Castro; H. Collazo, R. Alvez, Sa. Mastrángelo, J. López; C. Bueno y D. Alonso. El artiguense anotó tres goles, Collazo uno y Hernándea atajó un penal. Albín y Palacio, con molestias, trabajaron aparte.

Por el "tony"

En el encuentro de fondo, también de dos tiempos de 30` cada uno, Peñarol formó con S. Sosa; M. Corujo, G. Alcoba, G. Rodríguez, D. Rodríguez; M. Sosa, E. Arévalo Ríos; J. Ramis, G.

Ramírez; A. Pacheco y A. Martinuccio.

Los aurinegros ganaron 1-0 con gol de Pacheco, que metió un derechazo fuerte y bajo desde el borde del área, tras recibir pase de Martinuccio.

"¡Quiero cobrar, no hablar!"

"¡Egidio, Egidio, vení un `cachito`, que tenemos que hablar!", gritó Osvaldo Giménez a la distancia, desde la zona del comedor, donde estaba conversando con el vicepresidente Edgar Welker y el coordinador en jefe de la seguridad aurinegra, Javier Fornari, y el volante -que ya estaba saliendo del hall central de Los Aromos- acudió al llamado, aunque diciendo también en

voz alta "¿hablar de qué? ¡yo quiero cobrar, no hablar!", mientras la risa que le recorría la cara le quitaba cualquier supuesto índice de tensión a sus palabras.

La charla del dirigente, el gerente deportivo, el jugador, y el funcionario que es muy amigo del "Cacha" se prolongó un rato y, si bien el próximo 10 los aurinegros tendrán un atraso de dos meses en el cobro de sus salarios, ese no fue el tema tocado por los cuatro.

En la ocasión, Welker le transmitió al futbolista la preocupación de la dirigencia porque hasta ahora sus representantes, Jorge Chijane y Gerardo Rabajda, no han aprobado la operación que planteó el empresario Pablo Bentancur para colocar a Arévalo Ríos en el Newcastle.

Si el volante no se va, debe renovar su contrato y la propuesta de Peñarol no pasa de un sueldo

de US$ 20.000 mensuales, mientras que si el jugador emigra, percibirá US$ 800.000 por el pase y el club inglés le pagará US$ 3.200.000 en tres años.

Por eso, pues, Welker le dijo al futbolista: "Peñarol no tiene nada que ver. Hablá con tus representantes; si no, por problemas entre empresarios, te vas a terminar perjudicando".

Si hay humo blanco, Arévalo Ríos puede viajar antes del domingo; y Peñarol pagar uno de los dos meses atrasados.

La cifra

3,5 de dólares cobrará Arévalo Ríos si va al Newcastle por un contrato de 3 años

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