domingo, 3 de agosto de 2008

“Vengo para ser campeón”

Gonzalo De Los Santos se incorporó a Peñarol y aguarda con optimismo su nueva etapa en el club. En la siguiente entrevista nos habla sobre diversos temas. Entre ellos, sus comienzos como futbolista, su anterior pasaje por la institución, su experiencia en el fútbol europeo y sus expectativas en torno al futuro.

¿Cómo te sentís ante este nuevo desafío en Peñarol y cuáles son tus expectativas al respecto?

Tengo una satisfacción enorme a nivel particular y familiar. Sé lo que representa Peñarol en América y en el mundo. Tengo muchas expectativas. Uno al salir tantos años se da cuenta lo que representa Peñarol en el mundo. Esa presión de salir campeón y de ganar todos los fines de semana es lo que más me motiva.

¿Cómo estás físicamente?

Estoy bien. El 15 de junio terminó la Liga Española y luego allá empezaron las vacaciones. Desde el 1 de Julio estuve entrenando con un preparador físico. Estaba esperando fichar por algún equipo, pero cuando empezaron las conversaciones con Peñarol puse la cabeza únicamente en Peñarol.

¿Cuál fue el último partido oficial que disputaste?

El 7 de junio. Fue el clásico que jugó el Hércules contra el Elche. En ese partido no jugué de titular, pero entré en el segundo tiempo.

¿Tuviste un porcentaje alto de presencias en el Hércules?

Sí. Jugué de titular con la mayoría de los entrenadores que pasaron. Entre las dos temporadas tuve aproximadamente un 70% de participación en los partidos.

¿Seguiste a Peñarol durante este período que estuviste ausente?

A Peñarol lo sigo desde que me fui. Al principio se extrañaba mucho y tenía unas ganas locas de volver. Luego con los años uno se va abriendo un poco. Lo seguía por la radio. Hoy está todo muy avanzado y por medio de Internet podés hasta mirar los partidos en directo. En estos últimos tres años miré todos los partidos en directo. Esas cosas también suman para querer volver, sentir a la hinchada y luchar por el objetivo de ser campeón.

Tenés tres hijos españoles y una esposa también española ¿verdad?

Sí, mi señora es Malagueña y los niños también nacieron allá en diferentes ciudades.

¿Cómo lograste organizarte en ese sentido a la hora de viajar?

Ahí lo que juegan son los sentimientos. Cuando uno tiene una carrera prácticamente hecha a esta edad, creo que lo más importante es el corazón. Este momento creo que era ideal para regresar. Mi corazón dijo Peñarol y nada más. Cuando tenés el apoyo de la familia es importante. Mi madre es hincha también del club y el sueño de ella era que pudiera venir a Peñarol a terminar mi carrera.

¿Vienen a vivir contigo a Uruguay?

Sí. Esa era una de las cosas fundamentales. Tuve la oferta de un equipo de Grecia, pero a esta altura probar esa aventura no me convencía. Creo que este era el momento adecuado para volver a Peñarol por la edad y por las ganas que tenía de regresar. Esta oportunidad no podía dejarla pasar.

Cómo fueron tus primeros pasos en el fútbol?

Empecé a los 5 años. Me inicié en varios equipos de Baby Fútbol.
Primero jugué en Ferrocarril en Salto, luego pasé al Deportivo Artigas y después al club Chaná. Ese fue el último equipo en el que jugué en Salto previo a mi llegada a Montevideo. Me vieron jugar y me propusieron venir para empezar acá en quinta división. De ahí en más pasó todo muy rápido. Llegué en 1993 y al año siguiente me sumé al primer equipo.

Debuté en enero de 1995. Gregorio Pérez era el entrenador y empezó a contar conmigo. Lo estimo mucho porque me supo llevar en su momento y para mí fue una persona muy importante. En 1995, 1996 y 1997 fui campeón con Peñarol, aunque en ese último año no pude disfrutar lo mejor que fueron las finales del Quinquenio porque me transfirieron en agosto y me tuve que ir. Salir campeón con Peñarol es inigualable y por eso me quedé con esa espina.

Luego estuvo mi pasaje por Europa. Empecé en el Mérida en primera división y de ahí pasé al Málaga en segunda división. Salimos campeones y ascendimos. Luego hice dos temporadas en primera con el Málaga. Fueron años muy buenos porque me permitieron saltar al Valencia. Allí hice dos temporadas y una en el Atlético Madrid. Volví al Valencia, luego fui en préstamo al Mallorca y regresé al Valencia. En ese momento rescindí contrato con el Valencia y arreglé con el Hércules dos temporadas en segunda división.

En el 2001 fui campeón de la Liga con el Valencia y en el 2004 campeón de Super Copa de Europa. Allí recuerdo que le ganamos al Oporto. En todos lados en los cuales estuve pasé muy bien. Todo eso avalado por la participación que tuve en Peñarol.

¿Cuál ha sido tu evolución como jugador tomando en cuenta tus inicios y tu actual momento?

En mis comienzos en juveniles, en quinta división, tuve a una gloria de Peñarol como Néstor Goncalves. Él era intendente de las Acacias cuando vine de Salto y me dio varios consejos. Me ayudó tanto a nivel personal como futbolístico y esas cosas son para agradecer.

La evolución a nivel futbolística ha sido buena. En Peñarol gané títulos y me permitió jugar en la selección con futbolistas de renombre y de experiencia. Aprendí mucho con ellos.

Cuando vas a Europa también vas a aprender. Me fui joven con 20 años y tuve muchas enseñanzas. Para aprender nunca es tarde. En esta etapa en Peñarol también se puede aprender, incluso de un joven.

¿Qué partido y que gol recordás en forma especial en tu anterior pasaje por Peñarol?

Me quedó marcado un partido clásico de la Liguilla de 1995. A los 56 segundos hice el gol de cabeza y sirvió para dejar afuera de la Libertadores al tradicional rival. A nosotros nos sirvió para jugar la final de la Liguilla. Ese gol lo recuerdo en forma especial.

¿Qué diferencias y que similitudes existen entre el fútbol de Sudamérica y el de Europa?

El fútbol en Europa es más táctico, más rápido y más físico. En Sudamérica es mucho más técnico. Por estos lados salen jugadores más individualistas. Allá desde chicos les empiezan a inculcar la táctica por sobre lo técnico. Entonces prevalece más lo físico que lo técnico. En el resto es igual en todos lados porque los jugadores importantes juegan en cualquier parte.

La diferencia es que cuesta adaptarse al ritmo. En España, por ejemplo, antes de cada partido se riegan todas las canchas y hay una velocidad tremenda. Hay un ritmo muy alto y también intenso. Los equipos practican en la cancha y antes de cada calentamiento se riegan los campos. Entonces el césped queda como jabón y eso sirve para que sea mucho más dinámico el fútbol.

¿Qué entrenadores te dejaron mayores enseñanzas tanto en Peñarol como en Europa?

Aquí recuerdo a Gregorio Pérez por lo que me enseñó y por esperar el momento adecuado para ascenderme. En mi posición estaba Diego Dorta, que era un gran futbolista, pero esperó el momento para que yo tuviera continuidad. También Jorge Fossati me dejó muy buenas cosas y dio el visto bueno para que me quedara en Peñarol.

En Europa el que más me marcó fue el “Rafa” Benitez que es el actual entrenador del Liverpool. Para mí fue el mejor entrenador que tuve a nivel de trabajo. Es impresionante porque es un entrenador que vive las 24 horas para el fútbol.

Del actual plantel de Peñarol ¿con quiénes jugaste anteriormente?

Con Antonio Pacheco y Darío Rodríguez. Vivimos momentos muy lindos juntos. Con Carlos Bueno estuve en una convocatoria en la selección, pero no compartí cancha. Sí compartí vestuarios. Estuve entrenando con él en el complejo de Uruguay. También conozco a Fernando Correa con quien jugué seis meses en el Mallorca.

¿Algún mensaje para la parcialidad de cara a esta nueva temporada?

Me gustaría trasmitirles optimismo e ilusión. Esta camiseta pesa mucho. Todos los que la visten tienen que intentarlo y esa es una de las cosas que más me motivó para pegar la vuelta. El hecho de jugar y tener la presión de salir a ganar todos los partidos es importante para un futbolista. A Peñarol vengo a ser campeón.

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