El "Chino" vuelve hoy a Italia y es probable que juegue en Portugal 
"¿The end?" (fin), como aparece todavía en las últimas imágenes de algunas -no en todas, como antes- películas, para llamar la atención de algún eventual "distraído" y avisarle que el film ha terminado?
Parece que sí. Es más, si se comparara el caso con una telenovela argentina, brasileña, colombiana o mexicana, podría ocurrir al revés: anunciarse "escenas del último capítulo" y, entonces, mostrar al "Chino" Recoba con su esposa Lorena y sus dos hijos chicos, esperando para embarcar en el Aeropuerto de Carrasco.
Es que, al fin y al cabo, eso es lo que ocurrirá esta tarde, cuando el jugador y su familia emprendan el regreso a Italia, dejando atrás todo el revuelo que se armó con una incorporación a Peñarol con la que, pese a todo, todavía sueña -con lógica- Juan Pedro Damiani, que se muestra dispuesto a salir a "pelear el último round" con la guardia alta y armada sobre la idea de que, al menos, y por las dudas, el "Chino" pida pase en forma cablegráfica.
Como en todo final, no podrán faltar, algunas sonrisas y, quizá, también, unas lágrimas.
Las últimas serán las de la familia, claro, por más que Recoba ahora se va a su casa a orillas del Lago di Como, a poca distancia de Milán, pero si viaja, precisamente, es porque ha recibido señales fuertes de que lo más probable es que después del 31 de agosto termine jugando en Portugal o, en su defecto, en España.
Las sonrisas, de alivio, al fin y al cabo, serán del Dr. Alejandro Balbi, más como fanático -y delegado ante la AUF- de Nacional que como su amigo personal y abogado, que cuando "la mano venía mal" para sus intereses afectivos, si bien no "escupió" el asado en el cual Pacheco le planteó a Recoba la posibilidad de que fuera a Peñarol, le enfrió las brasas al recordarle que "después de todo, ¿dónde vas a estar mejor que en Danubio, que está tu suegro, tu cuñado y el preparador físico es mi hermano?"
Lo cierto, pues, es que Recoba se va hoy a Italia y no a Peñarol, como se lo comentó a una barra de "bolsos" de la Amsterdam con los que se encontró días atrás mientras caminaba por la rambla.
"¿The end?" (fin), como aparece todavía en las últimas imágenes de algunas -no en todas, como antes- películas, para llamar la atención de algún eventual "distraído" y avisarle que el film ha terminado?Parece que sí. Es más, si se comparara el caso con una telenovela argentina, brasileña, colombiana o mexicana, podría ocurrir al revés: anunciarse "escenas del último capítulo" y, entonces, mostrar al "Chino" Recoba con su esposa Lorena y sus dos hijos chicos, esperando para embarcar en el Aeropuerto de Carrasco.
Es que, al fin y al cabo, eso es lo que ocurrirá esta tarde, cuando el jugador y su familia emprendan el regreso a Italia, dejando atrás todo el revuelo que se armó con una incorporación a Peñarol con la que, pese a todo, todavía sueña -con lógica- Juan Pedro Damiani, que se muestra dispuesto a salir a "pelear el último round" con la guardia alta y armada sobre la idea de que, al menos, y por las dudas, el "Chino" pida pase en forma cablegráfica.
Como en todo final, no podrán faltar, algunas sonrisas y, quizá, también, unas lágrimas.
Las últimas serán las de la familia, claro, por más que Recoba ahora se va a su casa a orillas del Lago di Como, a poca distancia de Milán, pero si viaja, precisamente, es porque ha recibido señales fuertes de que lo más probable es que después del 31 de agosto termine jugando en Portugal o, en su defecto, en España.
Las sonrisas, de alivio, al fin y al cabo, serán del Dr. Alejandro Balbi, más como fanático -y delegado ante la AUF- de Nacional que como su amigo personal y abogado, que cuando "la mano venía mal" para sus intereses afectivos, si bien no "escupió" el asado en el cual Pacheco le planteó a Recoba la posibilidad de que fuera a Peñarol, le enfrió las brasas al recordarle que "después de todo, ¿dónde vas a estar mejor que en Danubio, que está tu suegro, tu cuñado y el preparador físico es mi hermano?"
Lo cierto, pues, es que Recoba se va hoy a Italia y no a Peñarol, como se lo comentó a una barra de "bolsos" de la Amsterdam con los que se encontró días atrás mientras caminaba por la rambla.
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